El pasado 9 de agosto, en plena celebración de la “Small Satellite Conference” (Logan, Utah), Gwyne Shotwell, presidente de SpaceX, confirmó a los asistentes que la compañía ha iniciado las pruebas del motor Raptor en MacGregor, Texas.
La compañía SpaceX, fundada en 2002 por Elon Musk, se dedica al desarrollo del transporte aeroespacial, y actualmente se encuentra en medio de un proyecto con el motor Raptor, el cual representa la próxima generación de motores para cohetes fabricados por SpaceX.
Según los informes preliminares, esta generación de motores es tres veces más potente que los motores Merlín previos, que se encuentran instalados en el Falcon 9 y en las próximas versiones del Falcon que se lanzarán a finales del 2016 o a principios del 2017.
Parece ser que los detalles sobre las operaciones que se pretenden seguir con el motor Raptor aún son desconocidos, pero el hecho de que la compañía ya haya hecho un plan de pruebas y, que ya hayan empezado, da esperanzas a todo el sector sobre lo que ese pequeño motor pueda aportar en el futuro.
Los ingenieros aeroespaciales, conocedores de la idiosincrasia del sector, aseguran que lo más importante de cualquier misión espacial es la composición y desarrollo del motor del cohete. Es habitual que el proceso para desarrollar estas piezas se dilate entre cinco o siete años en el mejor de los casos, pero las pruebas de campo (las que se están dando lugar en Texas ahora mismo) es el último paso del procedimiento. Lo cual hace ser a la compañía muy positiva con respecto a este proyecto.
Es posible que, en el futuro, se cumpla el sueño que tenía Elon Musk, el fundador de SpaceX, y la civilización humana sea capaz de establecer una colonia en la luna. Esperad y veréis, porque su compañía parece tener ese sueño como principal objetivo.