Hoy vamos a hablar del tipo de motor que lleva un cohete espacial en sus misiones. La carrera a la conquista del espacio siempre ha estado desarrollada por americanos y soviéticos, que han perfeccionado la metalurgia y empleo de estos cohetes diseñados a propulsión.
Este tipo de motores pueden estar alimentados por queroseno y LOX (oxígeno líquido), o por hidrógeno y oxígeno en tanques. No hace mucho, un cohete ruso cuyo propósito era la de ir a la luna, era la repuesta sovietica al saturno 5 norteamericano, el gigantesco cohete llamado N1. Llevaba los motores de cohete NK33 y NK43, diseñados y construidos en la década de 1960 y principios de 1970 por la Oficina de Diseño Kuznetsov.
El motor NK33 alcanza la más alta relación de empuje a peso de cualquier motor de cohete lanzable desde la Tierra y posee las más altas prestaciones de cualquier motor cohete alimentado por LOX / RP1 jamás creado. Sin embargo, aun no ha sido probada su fiabilidad, ya que después de cuatro lanzamientos fallidos consecutivos y ningún éxito, el proyecto se canceló. En estos días se está desarrollando el cohete Antares, diseñado para tener dos NK33 modificados en su primera etapa, y una segunda etapa de combustible sólido.
El funcionamiento y conservado de estos motores requiere mantener óxigeno líquido, queroseno o hidrógeno en grandes tanques, lo que es bastante costoso. El almacenamiento de hidrógeno líquido necesita tanques especiales, que no sólo operan con mucha mayor presión, sino que requieren de gasto eléctrico para mantener las bajas temperaturas. En cambio el keroseno, la gasolina y todos los destilados de alto octanaje sólo requieren de altas medidas de seguridad para prevenir las combustiones. El oxigeno se usa con casi todos los combustibles y el hidrógeno es más problématico ya que su volumen requiere de tanques muy grandes y muy bien aislados, lo que los hace pesados, y ademas tienen perdidas por evaporación.