El mantenimiento industrial, clave para el éxito de tu negocio

Una de las piezas clave de cualquier empresa es, sin duda, el equipo de personas que la llevan y, en el caso de las empresas industriales, la maquinaria. Es primordial que exista un plan de mantenimiento para evitar paradas no programadas por avería y garantizar el buen estado de la misma.

Seguramente creas que el mantenimiento se limita a reparar o cambiar las piezas desgastadas, con rotura o algún tipo de fallo. Pero en el ámbito del mantenimiento de maquinaria se ha ampliado hasta cuatro tipos de mantenimiento diferente. ¿Sabes cuáles son?

Correctivo

Son todas aquellas tareas que tienen que ver con la reparación que se realiza en el instante. Por ejemplo: ajustes de piezas, reemplazos de las mismas o incluso del propio equipo. Este tipo de mantenimiento se suele realizar en aquellos fallos de tipo electrónico, donde es más difícil prever un posible error.

Preventivo

Este implica una serie de inspecciones periódicas programadas como: reposición, sustitución, pruebas, reparaciones, etc. El objetivo es evitar esos posibles fallos que podrían provocar la parada de la producción.

Predictivo

En este tipo de mantenimiento se hace referencia a la monitorización de la actividad de la máquina, así como se realiza un diagnóstico de las condiciones de cada equipo y máquina. Es algo así como un médico de la maquinaria, que va a permitir diagnosticar cualquier posible anomalía en el equipamiento. Normalmente se hacen análisis de aceite, vibración, termográfica, etc.

Total

Consiste cuando se involucra a todo el personal de la compañía para realizar una serie de pequeñas tareas como inspección visual, limpieza o verificar fluidos, etc.

Aplicando estos tipos de mantenimientos conseguiremos que:

  • La máquina trabaje correctamente durante un periodo de tiempo.
  • La capacidad de un equipo de poder mantener la maquinaria.
  • Que el equipamiento esté disponible para los requerimientos de la producción.